lunes, 29 de marzo de 2010

La libertad de prensa... o algo así


Cosas curiosas que pasan... ni si quiera voy a hablar de libertad de prensa en sí, la que supuestamente todo periodista tiene para exponer, explicar, publicar, aquello que considere, eso sí, sin vulnerar los derechos de nadie y demás historias...

Pues he descubierto que no sólo tenemos que luchar por mantener la libertad de prensa alejada de intereses válidos, no válidos, económicos o no tanto y en general de cualquier tipo de intereses... no, ahora los periodistas tenemos que defender nuestro derecho a reir.

Efectivamente, y es que parece que algunos les molesta que los periodistas seamos personas, más allá del papel que llevamos escrito en la frente de (depredadores de políticos) o algo así que deben de ver los que se sientan en algunos escaños...

No nombraré a nadie puesto que viendo las reacciones por una carcajada.. cualquiera se arriesga a ver las actuaciones por un escrito.. así que lo dejaremos en el señor del traje amargado... por ponerle algún nombre.

La historia viene porque el pasado viernes, en el pleno de la Diputación de Cáceres, alguien (algún político) dijo alguna gracia, la verdad es que no recuerdo qué fue, pero la cosa es que me hizo gracia, a mí, y a la gran mayoría de los que allí estábamos, y sin recordar lo que fue.. apostaría porque no fue hiriente, los comentarios de esta persona en concreto no suelen pasar de simple, y aguda, eso sí, ironía.

Pues eso, que me reí, una carcajada, tampoco sonora, vamos, una risa como la de cualquier otro día... acompañada por el mismo e inquietante (para algunos) sonido que se repitió entre mis compañeros y entre los que se sentaban en las bancadas.

Pues debe ser que al hombre de traje amargado no le hizo la misma gracia.. porque en ese momento nos echó una mirada (ya no tan amargada, sino de cagarse en nuestros benditos difuntos) y espetó algo así como que quienes nos creíamos para reirnos del (XXXXX). He puesto X para no nombrar al partido político en cuestión, que no me quiero quedar sin trabajo.

Mmm como buena prensa.. obviamos aquello que carece de interés, en concreto, las palabras del señor del traje amargado y pasamos olímpicamente de él, algo que debió de molestarle porque no nos quitó la mirada de encima en el resto del pleno...

La cosa es que volvió a repetirse, un poco más tarde, una situación graciosa que desató alguna (bastantes) carcajada, en este caso tanto de un sitio como del otro, periodistas y políticos, e incluso muchos del partido "X".

Por curiosidad miré al señor del traje amargado... y me sorprendió ver cómo le decía a su compañero de bancada... "Voy a enterarme de en qué periódico trabajan estas dos" refiriéndose a mi compañera (de risas) y a mí.
Me dieron ganas de pasarle una tarjeta para que no tuviese que preguntarlo, por facilitarle las tareas de investigación y demás... luego me di cuenta de que no tenía tarjetas de esas, están reservadas para personalidades importantes.

Total, no pude hacer otra cosa que reirme, esta vez sí, con ganas, y estudiar la posiblidad de ir al próximo pleno con un pincho clavado en algún sitio para evitar cualquier tipo de sonrisa, no sea que este hombre de traje amargado se sienta aludido de nuevo y me tire el movil a la cabeza.


Lo dicho, por la libertad de risa en la prensa!!!!

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